Cuando se hace referencia al GRC, se habla de paneles y piezas de microhormigón prefabricado y reforzado con una concentración de entre 3 y 5% de fibra de vidrio álcali resistente (AR).
Se trata de un material usado en el sector de la construcción que se compone de una matriz de microhormigón y que se complementa con una menor proporción de fibra de vidrio. El resultado es una masa más flexible y menos frágil que el hormigón convencional. Este recurso nace como respuesta a la necesidad de encontrar un material igual de resistente que el hormigón, pero con una mayor capacidad de manejo y tracción.
Como resultado de varias investigaciones e intentos fallidos con otros materiales como el nylon, el carbono o el aluminio, se optó por la fibra de vidrio y a día de hoy no tiene rival: su relación calidad-precio es inigualable.
Este sistema de construcción permite reducir el espesor de los paneles prefabricados hasta un 70% con unas resistencias muy altas. Además de permitir fabricar piezas decorativas de alta calidad, permite aligerar las estructuras en edificios, consiguiendo acelerar hasta un 30% los tiempos de construcción de edificios, además de incrementar significativamente su resistencia a terremotos.
Tanto desde el punto de vista de acabado como en relación con el método de trabajo y tratamiento, sus ventajas son muchas, entre las más importantes, encontramos: durabilidad; la fibra de vidrio no se corroe fácilmente, flexibilidad; su resistencia a la tracción los hace muy flexibles, resistencia; capaces de aguantar todo tipo de impactos y situaciones meteorológicas, impermeabilidad; Incluso aunque no sean de un gran espesor, incombustibilidad; las características de todos sus componentes los convierten en una solución muy segura, diseño; al permitir la reproducción de relieve en su superficie, son especialmente útiles para imitar determinados materiales como la madera, la pizarra o la piedra
Además, por su ligereza, es posible transportar hasta cinco veces más paneles GRC que de hormigón convencional. Esta característica también permite que se necesite mucha menos mano de obra, una maquinaria menos pesada y sea posible usar anclajes mucho más ligeros. En consecuencia, el ahorro resultante es considerable.
Las características ya descritas del panel GRC son las responsables de que su uso se haya extendido por todo el mundo. De hecho, las aplicaciones que tiene son muchas y de lo más variadas:
Construcción: Su uso es frecuente para el diseño y renovación de fachadas y cerramientos, para encofrados y para sistemas de viviendas modulares. También se destina a cajetines y casetas de electricidad y contadores. Además, muchas piscinas, vallas, celosías y pavimentos se realizan con estos paneles.
Industria marítima: El panel GRC ha demostrado su utilidad para fabricar pontones, boyas y canales. Incluso es útil a la hora de construir los tanques de las piscifactorías.
Agricultura y ganadería: Los comederos, los bebederos e incluso los suelos de las granjas se pueden hacer de paneles de GRC. Y su utilidad puede extenderse hasta a la elaboración de drenajes.
Diseño y decoración: Las posibilidades decorativas del panel GRC son tantas que se utiliza para crear muebles, esculturas o encimeras. Y es que sus acabados permiten imitar a una gran diversidad de materiales.